Esta comedia de Grumberg presenta, como característica más importante, la calidad de tener un amplio espectro de lecturas. Tanto el pretexto como el tema principal están dirigidos a la cuestión judía, como reza el subtítulo de la obra; pero, como tema general, podría decirse que se trata, por una parte, de la necesidad que tenemos los humanos de formar parte de un grupo, de querer pertenecer a alguna comunidad, una fe religiosa, una patria, una organización, una ideología, etc.; y, por otra, de la manera de salvarse de los peligros inherentes al grupo donde el azar nos ha situado al nacer. Los dos personajes de esta obra son dos vecinos de la misma escalera; representan 14 los dos polos opuestos donde podemos situarnos, sea cual fuere el grupo al que decidamos pertenecer. Jean-Claude Grumberg, por medio de un incisivo diálogo entre los dos personajes y a través de un humor irresistible e inteligentísimo, nos lleva a interrogarnos sobre los temas más importantes de la condición humana: ¿De dónde somos? ¿Quiénes somos? ¿Qué somos?