«[…] Pero, sobre todo, la virtud principal de este humor es que brota de una raíz más honda, de una asunción consciente, y por tanto sinceramente compasiva, de las tribulaciones a las que se ve sometida la condición humana. Los muertos queridos de Pedro, que tan a menudo se pasean por sus libros con alpargatas, están muy vivos, los ha sabido resucitar de cuerpo entero su palabra; pero lo más chocante es que además parece que estén casi contentos. Este humor del poeta es pura ternura para con su hermana muerta, para con el tío Manuelito –al que le dedica uno de los poemas más emocionantes de esta antología–, para con su abuela y con su abuelo –a los que corresponden otros dos de los textos más sentidos del conjunto–, para con tantos otros familiares que, llegado el momento, abren los brazos como una enredadera y dispersan la genealogía del autor a lo largo y ancho del gran árbol de la entera humanidad». Del Prólogo de Vicente Gallego La antología contiene una selección de sus libros Nunca prendimos París (1998), La poética del fakir (1999), Al remoto país donde sonríes (2006), Al este del desdén (2008), La poesía debe ser como la bala que mató a Kennedy (2011), El último gancho de Kid Fracaso (2012), Como un león de piedra en el arqueológico de Bagdad (2011), Como pasa el aire sobre el lomo de una bestia (2014) y El don de la pobreza (inédito).