Una de las virtudes que hace grande a U2 es su actitud a no considerar nada como sagrado en su búsqueda de la excelencia. Resulta una teoría muy adecuada hasta que se intenta ponerla en práctica; aquí es donde comienza el trabajo agotador y minucioso. Pero desde que comenzaron a abrirse camino en los corazones de su público hacia finales de la década de 1970, U2 los han llenado más que prácticamente cualquier otra banda sobre el planeta: así, tienen las canciones que lo demuestran. Y las cicatrices.