Entre 1700 y 1735, fruto de la muerte sin descendencia del último Habsburgo español, Carlos II, Sicilia ve sucederse en el trono a cuatro reyes: Felipe V Borbón, Vittorio Amedeo de Saboya, Carlos VI Habsburgo y Carlos Borbón. Cada una de estas transiciones de poder se acompañará, en la capital del reino, Palermo, de una explosión ceremonial y festiva en la que todas las artes y recursos de la cultura del Barroco se aunarán para exaltar al nuevo rey. Estas fiestas, en forma de proclamaciones y coronaciones, son el objeto de este libro. La arquitectura de los mejores artífices disponibles se combinó con la pintura y la escultura para ensalzar a príncipes de procedencia y condición muy diversa, algunos de dudosa legitimidad nunca discutida oficialmente. La ideología y los contenidos, exquisitamente refinados y elaborados, pusieron a punto la imbricación de historia, religión, alegoría y mito en el canto del cisne de una manera de entender el poder y la relación del príncipe con sus súbditos que tan solo unas décadas después entraría en decadencia.