Los Salmos se han utilizado desde hace siglos como soporte para la oración y la alabanza. La palabra Salmo significa "canto de alabanza" y en hebreo se dice Tehilim. Tehilah, su singular, quiere decir "gloria", y Teiiah, "asombro". Ello nos permite vislumbrar dos aspectos de los Salmos: se pueden utilizar para mayor gloria del Creador, pero también para asombrarnos en la experiencia de la oración. Atribuidos al mismísimo rey David, los Salmos han atravesado miles de años y el viento de los siglos no ha logrado barrerlos. Antes al contrario, cada día que pasa son más actuales y elocuentes. La presente edición contiene el texto hebreo vocalizado de los Salmos, seguido de su transliteración y de su traducción al español.