Combatir la plaga de la estupidez contemporánea exige identificarla a cuchillo y clasificarla sin misericordia. De ahí el utilísimo y muy impertinente diccionario de Piergiorgio Odifreddi, un matemático que dispara sus proyectiles vitriólicos para desenmascarar las manifestaciones más fastidiosas de la imbecilidad. Aquí no se salva ni la aristocracia intelectual ni el pueblo llano. Aquí no se salva ni Dios. Aquí se enseña a conocer el gran teatro del mundo.