Jean-Philippe Trottier (Ottawa, Canadá, 1963) es un artista e intelectual de espíritu bohemio y crítico. Es cierto que vivió algunos años en la indiferencia respecto al cristianismo, pero redescubrió la fe cristiana de manera muy íntima, «desde abajo», más allá de los discursos oficiales. En este libro, que es a la vez testimonio personal y trabajo de reflexión, se evoca a un Dios familiar, ese Dios de la encarnación que tan solo se deja encontrar en la densidad de la vida humana.