Para probar su valor, uno es capaz de hacer cualquier cosa en ese pequeño pueblo de Japón
Capaz de aceptar cualquier reto
¡hasta poner en peligro su vida! Entonces, cuando Urachima no quiere tomar riesgos inútiles, ¡se le tacha de cobarde! Pero a él le da igual, tiene su propia idea del valor, que los valientes no tardarán en descubrir