Dicha obra comprende una investigación sobre la evolución del sistema español de protección de las personas dependientes en los diez años transcurridos, y los retos que tiene para ser un sistema eficaz. Se proponen toda una serie de reformas frente a sus déficits, vinculándolas al empleo que puede generar, una vez superada la grave crisis económica que ha provocado un importante recorte en su financiación pública. Dicho estudio incorpora una perspectiva internacional, al haberse aproximado a varios de los estados europeos de más larga tradición en la protección social de la dependencia. Asimismo, dicho libro se fija en uno de los retornos más decisivos que supone la inversión en el sistema de protección de las personas dependientes relativo al empleo en todas sus dimensiones: tanto el que se produce en el hogar (servicio doméstico, cuidadores, asistentes personales, ayuda a domicilio), como en entidades especializadas (centros de día, residencias). Se analizan las condiciones principales de trabajo, detectando su precariedad, proponiendo relevantes modificaciones con el fin de que se avance sustancialmente en la profesionalización del sector. De esta forma, se garantizara una mayor calidad en los cuidados de larga duración, atendiendo a la perspectiva de género tan presente en dicha problemática en todos sus frentes.