Cuatro libros de idéntico formato y con idéntica información de imprenta se publicaron en 1550. Todos ellos coincidían en contener traducciones castellanas de sendos libros del Antiguo Testamento y en ocultar los nombres del traductor y del verdadero impresor y del lugar donde aparecieron, para evitar la persecución inquisitorial. En realidad, eran obra del humanista protestante Francisco de Enzinas (Burgos, 1518-Estrasburgo, 1552) y se publicaron en la imprenta que él mismo creó en Estrasburgo, regentada por Augustin Fries. Enzinas había vertido los libros de los Salmos, Job, Proverbios y Eclesiástico, todos ellos de fuerte contenido sapiencial, a partir de la Biblia latina de Sebastián Castellio, que en su mayor parte permanecía manuscrita.