Plàcid Garcia-Planas y Guillermo Cervera se conocieron haciendo un reportaje sobre yonquis en Kabul. Ahí, lejos del mar, descubrieron que compartían una mirada líquida de las cosas. La guerra es una piscina, y un cadáver es lo que queda cuando se evapora el agua que contenemos. Nadie encontrará en este libro un solo rastro de romanticismo en torno a la guerra. La mirada del fotógrafo (Guillermo) destapa la violencia que no se ve nunca, y la pluma del escritor (Plàcid) traza un recorrido estremecedor por lo más oscuro del ser humano.