Esta obra presenta las nuevas rutas que se abren a la narrativa política del nacionalismo vasco, en contextos y situaciones inéditos donde la desaparición de ETA convive con la tensión de la gestión institucional de la autonomía vasca en el Estado español de esta década. Relee el futuro desde la asunción del cambio histórico en el que está. La globalización, la reconfiguración del poder político, el poder de las redes que se desarrollan en Europa le sitúan en otra posición. Hay que repensar la idea de nación que sostuvo en su centenaria existencia; encontrar las vías para resolver la tensión política que le provoca el pluralismo estructural de la sociedad vasca; encontrar el papel en el Estado español y en su relación con el discurso que diseña sobre cómo debe ser el Estado del futuro.