Después del cumpleaños número 78 del abuelo José, el divertido y amoroso abuelo, sale a caminar como de costumbre en las tardes soleadas; en su caminata lo acompaña su fiel amigo Moño el perro. De repente, mientras el abuelo saborea un rico helado de vainilla, lo invade la sensación terrorífica de estar perdido, en un lugar que aunque ha recorrido mil veces, no logra reconocer. Tras ese incidente, el abuelo es diagnosticado con la enfermedad del olvido o enfermedad de Alzheimer; obligando a sus nietos Alejandra y Pipe, a emprender una divertida aventura, adentrándose en el interior del cerebro del Abuelo; con la ayuda de su amiga Neuroglia, logran entender la razón de los olvidos del abuelo.