El 15 de septiembre de 1917, Su Majestad el Rey Alfonso XIII firmaba el decreto de creación de la Aviación Naval. Inmersos en plena Guerra de África, los pioneros de la nueva arma colaboraron eficazmente en el Desembarco de Alhucemas que puso fin a aquella sangrienta guerra. Tras verse inmersos en una nueva situación bélica en la Guerra Civil española, la Aviación Naval desapareció en 1939 para dar paso al nuevo Ejército del Aire, resurgiendo cual ave Fénix quince años después para iniciar una evolución imparable hasta nuestros días. A lo largo de los cien años que ahora alumbran su historia, la Aviación Naval ha formado a miles de hombres y contado con cuatro portaaviones distintos y más de veinte modelos de aeronaves diferentes. Sus hombres y mujeres de hoy miran al futuro con ilusión, en el recuerdo de aquellos marinos aviadores que hace hoy cien años forjaron la Aviación Naval de nuestros días.
El 15 de septiembre de 1917, Su Majestad el Rey Alfonso XIII firmaba el decreto de creación de la Aviación Naval. Inmersos en plena Guerra de África, los pioneros de la nueva arma colaboraron eficazmente en el Desembarco de Alhucemas que puso fin a aquella sangrienta guerra. Tras verse inmersos en una nueva situación bélica en la Guerra Civil española, la Aviación Naval desapareció en 1939 para dar paso al nuevo Ejército del Aire, resurgiendo cual ave Fénix quince años después para iniciar una evolución imparable hasta nuestros días. A lo largo de los cien años que ahora alumbran su historia, la Aviación Naval ha formado a miles de hombres y contado con cuatro portaaviones distintos y más de veinte modelos de aeronaves diferentes. Sus hombres y mujeres de hoy miran al futuro con ilusión, en el recuerdo de aquellos marinos aviadores que hace hoy cien años forjaron la Aviación Naval de nuestros días.