Pocas mujeres han sido tan sorprendentes, tan fascinantes, tan perseverantes..... Victoria Claflin Woodhull, más tarde conocida como Victoria Woodhull Martin (23 de septiembre de 1838 – 9 de junio de 1927), fue una líder del movimiento por el sufragio femenino en los Estados Unidos. En 1872, Woodhull se convirtió en la primera mujer en presentar su candidatura para la presidencia de los Estados Unidos. Además de su labor como activista a favor de los derechos de las mujeres y de las reformas laborales, Woodhull apoyaba el amor libre, que para ella significaba tener libertad para casarse, divorciarse y tener hijos sin la interferencia del gobierno. Victoria pasó dos veces de la pobreza a la riqueza: la primera vez, cosechó un gran éxito gracias a su trabajo con la magnetoterapia, y la segunda vez, en la década de 1870, luego de unirse al movimiento espiritualista, hizo una fortuna como corredora de bolsa en Nueva York. Aunque la autoría de varios de sus artículos está en disputa (algunos de sus escritos y discursos fueron colaboraciones entre ella, sus ayudantes y su segundo esposo, el coronel James Blood ), su rol como representante de los movimientos sociales por el voto femenino y demás causas a favor de los sectores desfavorecidos fue muy poderoso. Junto con su hermana, fue la primera mujer que operó una financiera en Wall Street, y ambas fueron de las primeras mujeres que fundaron un periódico, Woodhull & Claflin's Weekly, que comenzó a publicarse en 1870. A principios de la década de 1870, en su etapa política más activa, Woodhull adquirió notoriedad como la primera mujer que presentó su candidatura para la presidencia de los Estados Unidos, como representante del partido Equal Rights, que abogaba por el sufragio femenino y la igualdad de derechos. Días antes de las elecciones, fue acusada de obscenidad por haber publicado un artículo sobre el supuesto romance adúltero entre el prominente ministro Henry Ward Beecher y Elizabeth Tilton y arrestada, lo que sumó una gran cobertura mediática a su candidatura. No recibió votos electorales y no se sabe con seguridad si obtuvo algún voto popular. Las reformas y los ideales de Woodhull para la clase trabajadora, en contraposición a lo que ella veía como la élite corrupta y capitalista, eran muy controvertidos y extremistas en su época. Varias generaciones después, muchas de estas reformas han sido implementadas y algunas de sus ideas y sugerencias aún están en debate. Por primera vez traducida al español esta biografía reveladora.