En esta biografía sobre Melquíades Álvarez, su nieta, Sarah Álvarez de Miranda trata de narrar tanto la azarosa vida del político, como la parte que les correspondió vivir a los familiares de este. En realidad es un trozo del espejo roto en que se convirtió la España de aquel entonces, un testimonio histórico en el que se refleja el destino de tantas familias atrapadas entre odios cegadores. Fue el resultado de un pueblo sin el menor vestigio de cultura, marchando siempre a la deriva sin pulso formativo. Entre los personajes históricos que se tratan se encuentra una parte de los más conspicuos de la España de aquellos momentos. En el relato no se intenta ocultar sus verdaderos nombres, más bien al contrario, se exponen para que sea el lector quien saque sus propias conclusiones. La autora, en su afán de no menoscabar la realidad, llega «forzándose a sí misma», a contarnos detalles de una intimidad dolorosa, pero precisa, según sus propias palabras, para que la verdad encaje sin fisuras en el entramado de esta historia. Sarah Álvarez de Miranda nació en Madrid en 1932. Nieta de Melquíades Álvarez e hija de un artillero que murió en la Batalla del Ebro, lo que la marcará para siempre. «A mi abuelo y a mi padre los perdí muchas veces a lo largo de mi vida», dirá con frecuencia. Educada por profesores particulares y pertrechada de una magnífica biblioteca, albergará un espíritu libre, original y valiente, que no permitirá que los demás piensen por ella. Al casarse por primera vez en 1956, el destino la llevará a la isla de Cuba, cuyo fruto fue un interesante libro titulado El amargo sabor del azúcar. En 1975 vuelve a contraer nupcias, esta vez con un diplomático español, José Antonio Varela Dafonte, personaje muy particular dentro de la carrera con el que recorrerá diversos países. En 1996 publicó una serie de cuentos (El vecino de Eaton Square) que cosecharon una excelente crítica, y más tarde otras narraciones bajo el nombre Los pasos del sueño (2006). Ha colaborado, además, en diversas revistas extranjeras y españolas.