Este libro propone una aproximación a la Iglesia desde la fe con una mirada realista y esperanzada. Realista porque no ignora las heridas de la Iglesia que ansía llegar a lo que aún no es, y esperanzada porque la Iglesia es signo e instrumento del sí definitivo que Dios ha dado en Jesucristo a favor de la humanidad. El libro se desarrolla en tres amplios apartados, en los que el autor reflexiona sobre el misterio de la Iglesia, plantea algunos de los desafíos actuales y la posible aportación de la Iglesia en orden a solucionarlos, y sugiere algunos resortes que hoy debe avivar la Iglesia para responder a su vocación profética. El libro concluye con un epílogo de Jesús Díaz Sariego sobre el futuro de la Iglesia.