Todos conocen sus marcas —aparecen en libros, revistas y resúmenes de prensa—. Pocos conocen al hombre. Y solo Muhammad Ali conoce su vida, tal y como la vivió. ‘El más grande’ es la historia del propio Ali que, a lo largo de seis años, ha trabajado, viajado y conversado con Richard Durham, escritor de apabullante talento. El resultado es cautivador por su genialidad, su dramatismo, su humanidad y su capacidad de entretener. Esta obra no se tiñe nunca de hagiografía: es la historia de un tipo humano simpático, sentimental, fanfarrón, ingenioso, y un conocedor, como pocos, de su duro oficio. Y es también la vida de un hombre que arrojó su medalla de oro olímpica a las aguas del Ohio, como protesta estéril ante el trato que recibían las gentes de su raza, y de un deportista que, en el año 1965, vio anulada su licencia para boxear y que en 1966 tuvo el valor de hablar claramente acerca de sus sentimientos respecto a la guerra del Vietnam, lo que le supuso una condena de cinco años de cárcel. En definitiva, el libro que tienen en las manos no es un álbum de recortes de sus victorias y derrotas aderezado con anécdotas, ni un pobre popurrí de chascarrillos de vestuario. Este libro, como Ali —que ha suscitado todo tipo de reacciones excepto indiferencia—, va directo adonde siempre han ido sus respuestas… las tripas. Cuando se escriba la historia definitiva del siglo XX, tendrá que incluir a Muhammad Ali. Él es «el más grande». Como su libro.