La Criminalística se ocupa de la investigación científico-técnica de los delitos. Durante la inspección ocular técnico-policial realizada en el lugar donde se ha cometido un hecho delictivo, se recogen pruebas e indicios que contribuyen al esclarecimiento de los hechos: indicios lofoscópicos (huellas digitales, palmares...) o biológicos (sangre, esperma, pelos, células epiteliales...) que posibilitan la identificación del autor; vainas y balas con lesiones impresas que permiten determinar el arma utilizada; señales en superficies que llevan hasta la herramienta o útil empleados; billetes de banco cuya falsificación puede detectarse buscando las correspondientes medidas de seguridad; textos manuscritos que permiten identificar a su autor; restos de madera, tierra, pintura, cristales...