Ahora Patrick Kenzie trabaja solo. Gennaro le mandó a la mierda tras los acontecimientos de Desapareció una noche y se largó a una gran empresa de seguridad. Agobiado por los remordimientos, Kenzie tratará de hacer las paces consigo mismo: investigará el extraño suicidio de una antigua clienta, Karen, angelical y otrora llena de vitalidad. La pobre chica se quitó la vida tras un sinfín de desgracias, tan graves y tan seguidas, que no pudieron ser casuales. Y pronto sospechará que una mente temible y malvada ha urdido un plan para amargarle la vida a una persona inocente y pura. Se intuye una guerra total entre el detective y el infernal acosador. Una guerra para la que será imprescindible reclutar al poderoso Bubba Rugowski y, especialmente, a la tenaz Angie Gennaro.