No puede haber nada más divertido que adentrarse en la Ciutat Comtal, Barcelona, pincel o lápiz en mano, salpicando color por doquier, tiñendo calles y edificios al antojo. Porque, ¿de qué color es el gato de Botero?, ¿y el Drac de Sant Jordi? Pues... ¡del que tú quieras!