¿Es posible vivir hoy con Jesús resucitado y aprender de él para saber actuar? Sí, siguiendo el itinerario bíblico del escuchar y ver de los primeros discípulos, desarrollado en este Vía lucis. La belleza de los iconos, unida a la palabra inspirada por Dios, es, efectivamente, la vía de la revelación «que excede al Libro», porque el primer icono verdadero del Padre es el Verbo Jesucristo, y en él lo es todo ser humano. Esta propuesta bíblico-espiritual nos acompaña a cada uno de nosotros, individual y comunitariamente, a tener la misma experiencia de Jesús resucitado, de su luz y de su voz, que vivieron los apóstoles, María de Nazaret y las mujeres y los varones que fueron los primeros en acoger y anunciar el Evangelio después de la resurrección.