El papá de Eugenio no regresará nunca más. Se ha ido. Para siempre. Contra ese para siempre no hay ninguna pastilla. Nunca más volverá a ser como fue, dice la madre. Pero hay que seguir adelante. ¿Pero por qué, de repente, la gente se vuelve tan rara? Los hay que susurran, que únicamente dicen: Pobre niño y sonríen. Y el ejército de los mudos. Son la mayoría. Resulta difícil hablar de ello y, sin embargo, es muy fácil: Papá no volverá nunca más.