Existen territorios que, a pesar de su exuberancia, su riqueza histórica y su gran componente mítico, permanecen desconocidos para el gran público occidental. Sudán, el gigantesco país africano ubicado al sur de Egipto, es uno de esos territorios. Esta joya oculta atravesada por el Nilo de sur a norte y bañada por las aguas del mar Rojo es el destino ideal para huir de los convencionalismos artificiosos cada vez más arraigados en suelo europeo.