Esposos y santos. ¿Casos extraordinarios? Quizá pensemos mejor en la conjunción adversativa: Esposos, pero santos, o bien: Santos, aunque esposos. Pero no fue esto lo que Cristo anunció en Caná, cuando hizo que sobreabundara el mejor vino. A la santidad es llamado todo el que es de Cristo, y el matrimonio es camino seguro. Santos porque esposos. De entre la multitud innumerable de santos esposos, estas páginas ofrecen diez esposos, una pequeña pero maravillosa muestra: Raïsa y Jacques Maritain, Luigi y Maria Beltrane Quattrocchi, Beatos Louis Martin y Zélie Guérin, María Santísima y José de Nazaret, etc.