París, años sesenta. En el café Condé se reúnen poetas malditos, futuros situacionistas, y estudiantes fascinados por la bohemia parisina. Y aunque la nostalgia de aquellos años perdidos parecería ser el tema central de la novela, Modiano le da un giro sorprendente. Porque En el café de la juventud perdida es también una novela de misterio. Todos los personajes, todas las historias, confluyen en la enigmática Louki. Cuatro hombres nos cuentan sus encuentros y desencuentros con la hija de una trabajadora del Moulin-Rouge. Algunos la buscan, otros la aman, y para casi todos ellos la chica encarna el inalcanzable objeto del deseo. Louki, como todos los que la acompañan en su vagabundeo por un París espectral, es un personaje sin raíces, que vive inventando identidades, renaciendo una y otra vez, luchando por construir un presente perpetuo. Modiano recrea alrededor de la fascinante y conmovedora figura de Louki el París de su juventud, al mismo tiempo que construye con su estilo inconfundible una hermosísima novela sobre el poder de la memoria y la búsqueda de la identidad, dos grandes ejes de la obra del escritor francés. «De una belleza inaudita» (Isabel Coixet). «Una especie de concentrado de Modiano que presenta efectos altamente estimulantes» (P. Martínez Zarracina, El Norte de Castilla). «Modiano sigue siendo fiel a su propio universo, pero en mi opinión y para mi asombro da un salto hacia delante en cuanto a asunto y estrategia narrativa. Libro tras libro, me produce una admiración que no cesa de aumentar» (Robert Saladrigas, La Vanguardia). «Magistral... Excepcional» (Miguel Sánchez-Ostiz, ABC). «Una belleza deslumbrante. Una obra maestra» (Fernando R. Lafuente). «Como fan (fanático) de Modiano, se la recomiendo muy encarecidamente» (Joan de Sagarra).