Las parejas de hecho, cada vez más numerosas, constituyen una realidad social que, cuando reúnen determinados requisitos, han merecido el reconocimiento como una modalidad de familia, aunque sin equivalencia con el matrimonio. Muchos problemas se suscitan cuando se produce la ruptura, principalmente si no hay acuerdos firmados. ¿Es posible hablar de regulación jurídica de estas parejas cuando en realidad no desean formalizar su relación? ¿Pueden los convivientes reclamar los derechos reconocidos al matrimonio si voluntariamente no lo han querido celebrar? . En este libro se ofrecen soluciones a estos y otros interrogantes, difíciles de responder a la vista del contraste entre el vacío legal estatal y la abundancia de normas autonómicas, algunas declaradas inconstitucionales por el Tribunal Constitucional.