Cuando su madre le dice que tiene que pasar el verano derritiéndose en Vega Alta, el pueblo de su abuela, el primer pensamiento de Juan es que va a morirse de aburrimiento. Pero la construcción de unos chalés a las afueras desentierra a una criatura sedienta de sangre que hace que el aburrimiento a partir de ese momento sea imposible. Lo de morirse ya es otra cosa. Juan se enfrentará a la amenaza vampírica junto a Eva, una gótica obesa, y Jairo, un ex niño de San Ildefonso beato. Ante su inferioridad de condiciones decidirá utilizar la información como arma, así que empezará a escribir en su blog todos los hechos terribles que están ocurriendo en Vega Alta. Con esto sólo conseguirá llamar la atención de alguien: el vampiro resucitado, que tiene un plan para Vega Alta difícil de imaginar...