Rainer Forst desarrolla una teoría crítica capaz de descifrar los déficits y las potencialidades inherentes a la realidad política contemporánea. Para ello, adopta una perspectiva inmanente respecto de las prácticas sociales y políticas, pero que al mismo tiempo las trasciende. En la perspectiva del autor, la sociedad en su conjunto es un "orden de justificación" compuesto por complejos de diferentes normas referidas a las instituciones y sus correspondientes prácticas de justificación. La tarea de una "crítica de las relaciones de la justificación" es, por lo tanto, la de analizar estas legitimaciones con respecto a su validez y su génesis y explorar las asimetrías sociales y políticas que conducen a las desigualdades respecto del "poder de justificación", lo que permite a las personas o grupos cuestionar las justificaciones dadas y crear otras nuevas. A partir del concepto de justificación como una práctica social básica, Forst desarrolla una teoría de la justicia política y social, los derechos humanos y la democracia, así como del poder y de la propia crítica.