Ningún otro país del mundo esconde tantos secretos como el Vaticano. Tras el Portón de Bronce que da paso al interior de sus murallas viven personajes dignos de una novela de espías o de una película de Fellini. Algunos de ellos tan anónimos como sor Ilaria, la eficiente religiosa que se encarga de los pergaminos que bendice el papa. Otros tan influyentes como el discreto Greg Burke, consultor de la Secretaría de Estado; monseñor Alejandro Cifres, director de Archivo de la Congregación para la Doctrina de la Fe (antes, Santo Oficio e Inquisición), o el polémico y otrora muy poderoso cardenal Tarcisio Bertone. De lo espiritual a lo terrenal. De cardenales ejemplares a funcionarios que no lo fueron. De la cúpula a la cloaca. Más de quince monseñores, varios obispos, tres cardenales e incontables personajes vaticanos de todo tipo, muchos de los cuales no aparecen nunca en los medios de comunicación, desfilan por las páginas de este libro, en el que Arturo San Agustín no sólo esboza un retrato preciso del Vaticano real sino que trata de dilucidar si es cierto que el cambio histórico que se está produciendo tras la llegada del papa Francisco se le puede llamar revolución.