A partir de la cita con la que comienza el libro relativa al hecho de que «... proyectar es algo así como resolver un sistema de ecuaciones que tuviese muchas más incógnitas que ecuaciones», se atreve el autor a proponer algunos temas a modo de ecuaciones inventadas cuyo objeto sería ayudar a enfrentarse a la tarea de proyectar. Tales ecuaciones no serían sino la mirada del autor hacia determinados universos, practicada más desde su condición de arquitecto que de crítico, aunque abiertamente alineada, no obstante, con los que aún creen en la permanencia de la identidad de la arquitectura y en su necesidad.