Antropomorfia. He aquí la aliteración y el sustantivo con el que Rubén Amón ha concebido esta galería de monstruos humanos (algunos muy humanos), inspirándose en los bestiarios medievales, exagerando y caricaturizando los rasgos de los personajes que ha encontrado o entrevistado durante su vida y su carrera. Los hay muy conocidos –Monica Bellucci, Mickey Rourke, Gérard Depardieu, Rafael de Paula– y muy desconocidos –familiares encubiertos, amistades, encuentros accidentales y accidentados–, pero el inventario se atiene al contexto común del extremo o del extremismo: por la bondad y por la maldad, por la locura y por la genialidad, por la negligencia y por el virtuosismo. Un antídoto al egocentrismo. Una biografía coral entre cuyos extremos figura la dedicatoria a Groucho Marx y la memoria de Simone Veil en el Holocausto.