Apúntate al equipo de Jesús, pues así conseguiremos vencer al demonio en el partido de la vida. ¡Anímate!, con Jesús conseguiremos la victoria ante las tentaciones y le meteremos golazos de todo tipo. En este partido solo hay dos equipos: la Selección Celeste y la pandilla rebelde. Y aquí jugamos todos, no hay reservas ni banquillo. Cálzate las botas y sal al campo como un auténtico Hijo de Dios, para conseguir la copa más impresionante que hayas visto nunca: el Trofeo de la Vida Eterna.