En el sur de la península Ibérica, allí donde se encuentran las aguas del océano Atlántico y del mar Mediterráneo, se libra desde tiempos inmemoriales un drama de proporciones épicas. Una batalla que enfrenta a peces y hombres y que toma su nombre del árabe andalusí, la almadraba: lugar donde se golpea o lucha. Siguiendo la ruta trazada por el ciclo vital de los grandes atunes rojos, el fotógrafo Jaume Fuster, guiado por el arráez Jacinto Vaello, emprende un viaje iniciático al corazón de la almadraba, el arte de pesca más antiguo del Mediterráneo. La intención del fotógrafo es poder capturar la almadraba, a pesar de su dificultad: fotografiar el inmenso laberinto erigido desde el fondo del mar ?aquel laberinto que Llorca Baus llamó ?castillo de redes? por su gran envergadura, disposición y sofisticación, que le asemejaban al plano de una Fortaleza.