A mediados del siglo pasado, Usui, un monje cristiano japonés, emitió la hipótesis de que fenómenos de curación como los descritos en los Evangelios debían ocultar un conocimiento profundo de las leyes de la Vida. Emprendió entonces una larga búsqueda qud lo condujo fi nalmente a descubrir n antiguo manuscrito budista que encerraba enseñanzas universales de índole fundamental. Defi nir el Reiki resulta casi imposible, pues su esencia es inasible. En efecto, no hay ni dogma, ni acto de fe ni reglas infl exibles. Simplemente revela los canales por los que va a obrar en cada uno la energía de la Vida. Para ello el Reiki utiliza ritos de activación energética – denominados iniciaciones- y una serie de símbolos. Giancarlo Tarozzi, con este texto claro y exhaustivo, nos presenta aquí el fruto de su propia experiencia: una enseñanza abierta a todos aquellos sensibles a una práctica de energía y curación; pues, como dice un emblema: «El Reiki está en todos y es para Todos».