La idea de lo clásico se fue configurando a través de un largo proceso que podemos reconstruir y seguir desde la épica homérica: catálogos, acopio de obras, fundación de bibliotecas, formación de listas selectivas de autores por género, proceso que se extendió en la época helenística. El concepto de lo clásico nació para calificar autores literarios y de ahí su uso se extendió desde el Renacimiento a las demás bellas artes.