La dimensión gnoseológica de los instrumentos utilizados por el juez y las modalidades de acceso a la solución de la controversia interesan desde hace tiempo no solo a magistrados, abogados y juristas en general, sino también a los cultivadores de la filosofía, la lógica y la psicología. Tanto es así que cada vez es más patente la atención interdisciplinar prestada a los métodos seguidos al respecto, así como la preocupación por la validez y la calidad del conocimiento obtenido a través del juicio judicial, integrando el tradicional enfoque técnico-jurídico con la perspectiva propia del debate filosófico-científico contemporáneo. En esta obra, el proceso aparece caracterizado como lugar de verbalización de la experiencia, y la concepción semántica de la verdad reconocida como la más idónea para mantener la neutralidad epistemológica dentro del mismo, en la reconstrucción del hecho controvertido, cuya obtención con rigor es condición imprescindible de la emanación de una sentencia justa. El autor examina la estructura de la prueba con una óptica epistemológica, y se ocupa del fenómeno probatorio en su vertiente dinámica de procedimiento dirigido a poner en juego los instrumentos cognoscitivos imprescindibles para que el proceso cumpla su cometido institucional. Así, ofrece a los profesionales implicados en él, y a otros operadores, un instrumento teórico-práctico de utilidad indudable.