El instinto de vida es un solo instinto con infinitos colores. Es un instinto que compartimos con el resto de seres vivos que habitan la Tierra y que habla, de forma única, a cada uno de ellos (...). En su nuevo libro, José María nos invitará a detenernos para contemplar, con paz admirada, este milagro de sabernos parte del mismo suspiro del mundo con el resto de seres (...). Cada amanecer es una nueva oportunidad para ser agradecidos y creativos con la Vida. Estamos aquí para celebrar esta Vida que nos alimenta a todos: a las plantas, los árboles, los animales... los humanos. Esta Vida sagrada que nos conecta y nos une con el Cosmos. (Del prólogo de Jòrdan Faugier Botifoll, monje cisterciense. Monasterio de Solius).