Hay momentos en la historia en los que un país debe hacer una pausa y reflexionar sobre su futuro. Esos momentos acostumbran a coincidir con períodos de crisis y declive, y en ellos se pone a prueba la capacidad de esa nación para reconsiderar decisiones pasadas y renovarse. España está viviendo uno de esos momentos. Está saliendo, no sin pagar peaje, de la más grave crisis económica y política desde la Transición democrática. En aquella ocasión supo construir un contrato social y político que ha dado extraordinarios frutos en términos de progreso político, económico y social a lo largo de las tres últimas décadas, pero que ha sufrido algún deterioro por culpa de la crisis del último lustro. La tarea es ahora renovar ese contrato social para abrir una nueva etapa de progreso. Algunos factores son favorables, pero otros elementos vienen menos de cara: por un lado, la asignación de recursos no se está haciendo de la mejor manera posible; por otro, el marco institucional y el sistema político actúan en algunos sentidos como un lastre. ¿Será capaz nuestro país, pese a todo, de sobreponerse a su compleja realidad y encarar con optimismo el futuro? Antón Costas está convencido de ello, y en esta reflexión no dogmática y apartidista muestra el camino para hacerlo.