Las fórmulas alternativas a las judiciales para resolver conflictos jurídicos registran hoy, en los parámetros del Derecho, una evidente reviviscencia. Suponen cauces que ahondan en la paz social y traen consigo evidentes ventajas medidas en términos económicos y sociales. Constituye una de sus más destacadas figuras el contrato de transacción. Además, y sin perjuicio de su muy dilatada trayectoria legal que hacen del instituto un verdadero clásico en el Derecho civil, ha ido experimentando una notoria evolución. La jurisprudencia refleja dicho fenómeno, reconociendo su presencia cuando consta de manera específica (expresa) y también si se infiere de las circunstancias del caso (tácita), supuesto especialmente proclive a la realidad. Los fines específicos de dicho contrato implican una peculiar configuración jurídica, con repercusiones inmediatas acerca de la causa, del objeto, de las contraprestaciones y del destacado capítulo de su eficacia. En la presente obra tales aspectos son tratados de forma sistemática, prestando especial atención a sus perspectiva práctica, pero sin merma de su correcto análisis dogmático.