pero no menos citada debería ser aquella otra que afirma que el pueblo que oprime a otros pueblos jamás podrá ser libre. Dos afirmaciones contrapuestas que tal vez sirvan para advertir del peligro de encerrar el pensamiento antinacionalista de Marx en fórmulas simplificadoras y de apuntar a una concepción del nacionalismo que no se agota ni en la oposición "bipolar" entre clase y nación ni en el antagonismo entre burguesía y proletariado. Y es que los nacionalismos en Marx serán objeto de una distinta valoración, en función de los distintos contextos y etapas históricas que esté considerando, sin menospreciar, por otro lado, su sentido táctico para estimular o frenar los logros de las luchas revolucionarias.