En la práctica clínica se dan situaciones en las que puede ocurrir que, a partir de una determinada intervención que no tiene mayor alcance -una inyección intramuscular o la extirpación de una verruga plantar-, el paciente sufra daños en su estado de salud que, al menos en una primera impresión, resultan a todo punto desproporcionados e inusualmente graves. En la obra presentada se analiza el alcance de dicha teoría a partir de un exhaustivo análisis estadístico en el que se tienen en cuenta cuestiones como la aceptación o la denegación de la alegación correspondiente por el órgano judicial (en 1ª y 2ª Instancia); el carácter atípico o típico del daño que fundamenta tal invocación de parte; las especialidades médicas y los tipos de daño donde se materializa con mayor o menor frecuencia; el sexo y la edad del paciente; la cuantía económica de los recursos presentados; la cuantía económica correspondiente a las indemnizaciones solicitadas por la parte demandante y las reconocidas por el órgano judicial en 1ª y 2ª Instancia; evolución temporal de todas estas variables.