En 1842, Karl Marx publica un ensayo lúcido y provocador, muy rara vez traducido al castellano y, sin embargo, de una actualidad pasmosa, pues aborda críticamente temas como el derecho a la soberanía energética, a los ingresos o medios mínimos que garantizan la existencia y a los bienes comunes. Su reflexión parte de las denuncias del supuesto «robo» de leña cometido por las clases más humildes: hombres y mujeres desposeídos que ni siquiera tienen con qué calentarse, y sobre los cuales, tras recoger ramajes caídos en los bosques, cae todo el peso de las nuevas leyes rehechas a la medida de los propietarios más ricos. A partir de esta circunstancia, Marx conduce su reflexión hacia las fronteras entre lo público y lo privado, así como hacia los límites del derecho a la propiedad privada: allí donde éste colisiona con el derecho a la existencia, al empleo o a la vivienda. Más de siglo y medio después, la nueva oleada de privatizaciones que recorre el mundo y la progresiva reducción de derechos sociales históricamente adquiridos vuelven a poner sobre la mesa este tema que necesariamente nos implica a todos. Y sobre esta cuestión, precisamente, trata el excelente ensayo de Daniel Bensaïd uno de los más destacados e influyentes pensadores franceses de las últimas décadas que publicamos junto al texto de Marx. Así, Bensaïd desentraña las fuentes filosóficas y la evolución histórica del debate planteado por Marx, y analiza sus principales implicaciones actuales: la cuestión del derecho a la existencia y a la renta básica, el problema de la vivienda y los desahucios, el paso a manos privadas de los recursos hídricos, las patentes realizadas sobre organismos vivos, las polémicas sobre la propiedad intelectual, la privatización de la sanidad y la educación
En definitiva: Bensaïd lee a Marx, con inteligencia y alcance, orientando la controversia hacia la urgente necesidad de (re)construir en la Europa de nuestros días una verdadera economía política popular que se enfrente a la economía financiera de los mercados.