Dice Muñoz de su libro: «es posible que sea escandaloso, digno de la reprobación de las personas rectas y sensatas». Y, en efecto, el «Cristo de la lujuria» que, según Cansinos Assens, era nuestro escritor, se aplicará en Voluptuosidad, como si de unas memorias eróticas a la manera de Casanova o de Bradomín se tratara, a ejemplificar, a través de su protagonista Isaac sí, es una roman à clef, las diferentes clases de «amor». Estamos ante un nuevo caso de «literatura decadente», una «novela del vicio» cuyas «aventuras» discurren en el Madrid frecuentado por el mundillo cultural y moderno de la época, pero también en el barrio granadino del Albaicín, en un pueblo de Guadalajara (la mansión familiar del autor se hallaba en la localidad de Tendilla) o en Tánger. Unas «páginas encendidas» destinadas, en aquellos años iniciales del siglo xx, a unos pocos, y que hoy recuperamos (su primera edición es ya una rareza bibliográfica) para el disfrute de muchos. Se acompaña el volumen con un breve recorrido por el «Catálogo de perversiones» de la novela, analizadas a partir de los estudios coetáneos del psicopatólogo británico Havelock Ellis, y con la más completa «Bibliografía» de y sobre el autor publicada hasta la fecha. Nacido y criado en Andalucía, Isaac Muñoz (1881-1925) pertenece a esa pléyade de escritores «de provincias» que en la convulsa y estimulante época de fin de siglo marcharon a Madrid a probar suerte en el mundo de las letras. Previamente, ya había dado a conocer en Almería dos libritos juveniles de estampas, y seis años más tarde, en su Granada natal, una primera novela que lo conectaría definitivamente con los círculos más renovadores de la literatura. En 1906, año de publicación de Voluptuosidad, su padre es destinado a Ceuta, lo que propiciará que, atraído como estaba por la realidad árabe, inicie una etapa de viajes por distintos enclaves del norte de África. A partir de ese momento, su prosa refinada y esteticista adquiere un sesgo de recreación literaria orientalista que en él coexistirá con otra faceta importante, como es la de estudioso de la realidad musulmana y la situación colonialista, por la que alcanzará considerable prestigio en la prensa del periodo. Enfermo de sífilis el mal del siglo, fallecerá, como tantos otros «raros» de nuestras letras, en un distante olvido. Amelina Correa Ramón es catedrática de Literatura Española en la Universidad de Granada y miembro de la Academia de Buenas Letras de dicha ciudad. Autora de más de una veintena de monografías, antologías y ediciones anotadas, ha estudiado en profundidad la vida y obra de no pocos escritores «olvidados» como Alejandro Sawa o Isaac Muñoz, sobre quien ha publicado numerosos artículos así como el volumen Isaac Muñoz (1881-1925): Recuperación de un escritor finisecular (1996), encargándose igualmente del rescate de su Libro de Agar la moabita (2010), de su poemario La sombra de una infanta (2000) y de sus novelas La Serpiente de Egipto (1997), Vida (1998) y Morena y trágica (1999), a las que se une ahora Voluptuosidad.