Todos fueron inventados para dar cuenta de acciones colosales, con tal impacto que resultaba difícil responsabilizar a un simple mortal de su diseño. Estos mitos reflejan la imagen que los humanos se hacían de quienes, bajo las órdenes del cielo o el infierno, repetían la creación del universo cuando fundaban templos, palacios y ciudades, una imagen que podría hallarse en el origen de la percepción contradictoria que el arquitecto y la arquitectura suscitan hoy.