En este libro Jiddu Krishnamurti muestra cómo hemos ido adiestrando nuestro cerebro para resolver problemas, con la patológica consecuencia de que acabamos considerando toda emoción, situación o actitud como un terrible problema a solucionar. Por naturaleza, esa mente que pretende solucionar problemas es incapaz de verse a sí misma como lo que es: la creadora de los problemas; de suerte que no sale de su círculo vicioso. Con numerosos ejemplos, Krishnamurti insiste una y otra vez en «no hacer de nada un problema en la vida». Las charlas y diálogos recogidos en Nada es un problema están dirigidas tanto a educadores como padres, a entendidos en filosofía occidental como en las tradiciones religiosas de Oriente, a psicólogos o buscadores espirituales, a cualquier persona, en última instancia, que anhele encontrar por sí misma la raíz de su propia libertad.