La pretensión de la Ilustración de crear un hombre nuevo se ha quedado coja, y la modernidad ha desembocado en la postmodernidad. Los tres pilares para la construcción de la época moderna sobre el cimiento de la razón, la libertad, la igualdad y la fraternidad, se han reducido a los dos primeros, pues la fraternidad ha sido desterrada de la relación entre los seres humanos. Como decía Octavio Paz, el liberalismo es la encarnación de "la aspiración hacia la libertad" y el socialismo encarna su aspiración hacia "la igualdad". Unos y otros, la derecha y la izquierda, por su narcisismo egocéntrico, por su infantil afán de satisfacerse inmediatamente y a costa de lo que sea, han visto en el otro un rival, no un hermano, el pilar de la fraternidad, y aliándose con mercados y medios, deseosos también de la gratificación instantánea, están generando un calentamiento en las relaciones interpersonales y una contaminación psíquica de tales dimensiones, que hoy ya se puede decir que ese fenómeno es uno de los ramales de la postmodernidad. La época de la razón, del descubrimiento de la verdad, el ideal ilustrado, ha sido relegada por la manipulación, aliada con la mentira para, en rivalidad agresiva contra el otro, imponerse e imponer lo suyo. De ese modo, la fraternidad desaparece, la modernidad también, metiéndonos de lleno en una época sin razón, contra la razón, posterior pues a la modernidad y, en ese sentido, postmoderna. "EL PAIS" en manos de la Diosa Prisa y en connivencia con el PSOE, y "EL MUNDO", en sintonía con el PP, alentado por Unedisa, son dos ejemplos de mercados, medios y partidos practicando la deconstrucción de la Edad Moderna. La verdad de la información veraz ha sido sustituida por la conveniencia mediática, empresarial y partitocrática. Son los nuevos dioses, el nuevo culto de latría al narcisismo egocéntrico, al infantilismo de los cinco primeros años. La pasión por el lucro y por el poder les hace vivir, fijados, en regresión a una inteligencia anterior a la lógica, que se superaba cuando uno adquiría el uso de razón. Es la vuelta al Nietzsche que decía: "la inmensa mayoría ha de someterse en régimen de esclavitud al servicio de una minoría". Es... la mercado mediolatría partitocrática.