porque allá lo que creímos amor transfiguró todas las formas en tristes epifanías de galaxias remotas, como luces que se contraen para expulsar el mal de sí mismas: como un Ein Sof terrible que gravita sobre nuestras almas para brindarnos la clarividencia de la muerte en cada cuerpo, en cada cuerpo respirando violentas descargas de vida.