La imprenta es uno de los inventos que más repercusión ha tenido en la historia, pues ha permitido la difusión de las ideas de una forma rápida, fácil y barata. El alemán Gutenberg diseñó, en el siglo XV, la forma de imprimir múltiples ejemplares mediante la combinación de caracteres elaborados a partir de un único molde y la acción de una prensa acondicionada a tal efecto. Era la década de 1440 y la revolución estaba en marcha, pues desde entonces se multiplicaron los talleres por el resto de Europa, así como los textos, de los que se hicieron más de treinta mil ediciones en el siglo XV. A estos impresos se les denomina incunables por aquello de ser los primeros, los de la cuna de la imprenta. De estos primeros impresos y de las primeras imprentas trata la presente obra.