El saludo es una experiencia cotidiana que forma parte de la esencia del hombre. Su entrada en el mundo, su «ser con los demás» desde la infancia está sancionado por este gesto elemental y prelingüístico. Saludar y devolver el saludo es una expresión de reconocimiento social y afectivo.Explorando lo que tiene de persistente en la diversidad de modos y en la oscilación de sus significados, las bases para una fenomenología del saludo se encuentran en las páginas de Massimo Giuliani, que abordan desde el ser en relación al colmar una distancia hasta saludar los primeros al despedirse para siempre en el último saludo. Algunos ejemplos y múltiples reflexiones dejan entrever la profundidad de este acto.Paolo De Benedetti, por su parte, se detiene en las raíces bíblicas y rabínicas del shalom («paz» y «bien»), iluminando así nuestra deuda -quizá poco reflexionada- con la tradición, en el sentido judío de la palabra: aquello que se transmite como en una cadena.